La huella española en el primer dólar norteamericano es un aspecto interesante de la historia monetaria de los Estados Unidos. Aunque el dólar estadounidense es una moneda distintivamente norteamericana, su origen está estrechamente relacionado con la moneda española, específicamente el real de a ocho, también conocido como el peso fuerte o Spanish dollar en inglés.
1. El Real de a Ocho y su Influencia:
El real de a ocho era una moneda de plata ampliamente utilizada en el comercio internacional durante los siglos XVI al XIX. Fue acuñada por el Imperio Español y circuló no solo en las colonias españolas en América, sino también en Europa, Asia y otras partes del mundo debido a su alta calidad y peso uniforme. De hecho, el real de a ocho se convirtió en la primera moneda de curso legal en todo el mundo, aceptada como medio de pago en diferentes países y continentes.
2. Adopción del Símbolo y el Nombre:
Cuando los Estados Unidos declararon su independencia y comenzaron a organizar su sistema monetario, se inspiraron en el real de a ocho debido a su amplia aceptación y familiaridad entre la población. El nombre «dólar» proviene del «thaler», una moneda de plata europea, pero en América del Norte se identificaba principalmente con el real de a ocho español.
El símbolo del dólar «$» también tiene raíces en el real de a ocho. Se cree que este símbolo evolucionó de la abreviatura «PS», que se usaba para indicar «peso» o «pesos», la cual eventualmente se estilizó en la forma del símbolo «$».
3. El Acta de la Moneda de 1792:
La importancia del real de a ocho en la economía estadounidense llevó a que el Acta de la Moneda de 1792 estableciera el dólar estadounidense basado en el peso y la pureza del real de a ocho. La primera moneda de dólar acuñada en Estados Unidos en 1794 tenía un peso y contenido de plata muy similares a los del real de a ocho español.
4. El Legado Duradero:
Durante muchos años, tanto el dólar estadounidense como el real de a ocho español circularon lado a lado en Estados Unidos. De hecho, el real de a ocho siguió siendo de curso legal en los Estados Unidos hasta la década de 1850. Este hecho subraya la profunda influencia que tuvo la moneda española en la formación del sistema monetario estadounidense.
La huella española en el primer dólar norteamericano es evidente en su diseño, su nombre y su valor, reflejando la influencia duradera del real de a ocho en el desarrollo económico y monetario de los Estados Unidos.
