
El Po’ Boy es uno de los sándwiches más emblemáticos de la gastronomía de Luisiana, particularmente en la ciudad de Nueva Orleans. Su historia, sabor y variedad lo han convertido en una opción imprescindible para los amantes de la comida cajún y criolla.
El nombre «Po’ Boy» proviene de la expresión «Poor Boy» (chico pobre), y su historia se remonta a 1929, durante una huelga de tranviarios en Nueva Orleans. Los hermanos Bennie y Clovis Martin, exconductores de tranvía y dueños de un restaurante, decidieron alimentar gratuitamente a los huelguistas con un sándwich hecho de pan francés y rellenos abundantes. Cada vez que un trabajador entraba a pedir su comida, los hermanos decían: «Aquí viene otro pobre chico», dando origen al nombre del sándwich.
El Po’ Boy se caracteriza por su pan crujiente y aireado, similar a la baguette, pero con una textura más suave. Se sirve tradicionalmente con:
✔ Relleno principal: Puede ser camarones fritos, ostras, roast beef, pescado frito, pollo o cangrejo.
✔ Lechuga, tomate y pepinillos
✔ Salsa remoulade o mayonesa
✔ Opcional: salsa picante para un toque cajún
Se puede pedir «dressed», lo que significa que incluye todos los ingredientes tradicionales, o con modificaciones al gusto.

Hoy en día, el Po’ Boy es un símbolo gastronómico de Luisiana y se sirve en casi todos los restaurantes de comida criolla. Cada año, en noviembre, se celebra el Oak Street Po-Boy Festival en Nueva Orleans, donde chefs locales presentan versiones clásicas y creativas de este sándwich.
El Po’ Boy no es solo un sándwich, sino una parte esencial de la cultura de Luisiana. Su historia humilde y su increíble sabor lo han convertido en una de las comidas más queridas de la región. Si visitas Nueva Orleans, no puedes dejar de probar uno en lugares icónicos como Mother’s Restaurant o Parkway Bakery & Tavern.
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